Una nueva definición de SuperConsciencia: La ciencia detrás de la armonización corazón – cerebro (1ª Parte)
Por Piera Spagnolo, Dra en medicina. Hoy doy la bienvenida en mi blog a la Dra Piera Spagnolo. Mi gran amiga y «hermana espiritual», como nos decimos cariñosamente.
<<Ustedes y yo somos las únicas formas de vida que pueden sentarse en una silla en un momento dado y, en ese momento, elegir, literalmente tomar la decisión de armonizar las dos redes neuronales de corazón y cerebro entre sí, dos redes neuronales presentes en dos órganos separados de nuestro cuerpo. Pero lo hermoso es que las armonizamos entre sí, creando un sistema poderoso y equilibrado, es decir, armonizado, en nuestros cuerpos. Y una vez obtenido este sistema, abrimos la puerta a una amplia gama de aplicaciones, de las cuales hablo en todo mi trabajo, a través de libros, grabaciones, seminarios y talleres.>> GREGG BRADEN – https://youtu.be/2nsm8SCWjic?si=SlyfwNLHCLsv1JbJ
La nueva ciencia nos demuestra, más allá de toda duda razonable, que estamos todos conectados, que toda la vida está conectada de maneras que la llamada ciencia oficial, hoy, todavía está intentando comprender. El campo magnético de la Tierra conecta y sostiene toda forma de vida en el planeta, desde la vida de una brizna de hierba, de un pez, un perro o un gato, hasta la de un CEO de cualquier gran empresa, de los líderes de todas las naciones: todos estamos conectados a través del campo magnético terrestre, no existe un «nosotros» y un «ellos» dentro de este tipo de campo.
Un ejemplo evidente de esta conexión es lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001. Dos satélites geoestacionarios, situados en el hemisferio norte, envían cada treinta minutos lecturas de la intensidad del campo magnético terrestre. Ese día, a las 9:00, 15 minutos después de que el primer avión impactara contra la primera torre del World Trade Center, las intensidades de este campo magnético, que suelen aumentar y disminuir cada dos horas, repentinamente tuvieron un gran salto. Los científicos pudieron demostrar después que pasaron 15 minutos, y antes de que los medios globales pudieran transmitir las imágenes al mundo y otros tantos para que millones de personas vieran dichas imágenes y respondieran con una profunda emoción.
Según los científicos, tales emociones, experimentadas colectivamente por millones de personas al mismo tiempo, fueron tan poderosas que influyeron en las diferentes capas que componen el campo magnético terrestre. Este fenómeno sorprendió a los investigadores, que generalmente no consideran las conexiones entre los seres humanos y el planeta como algo científicamente demostrable. Sin embargo, la nueva ciencia está demostrando que el corazón humano, donde se originan nuestras emociones, produce un campo electromagnético muy potente, 5.000 veces más potente que el del cerebro, con una actividad eléctrica 100 veces más intensa. Esto significa que cuando sentimos una emoción fuerte, nuestro corazón produce una poderosa energía magnética.
Y lo que entonces pudieron observar y deducir los científicos es que cuando millones de personas sienten una emoción en el mismo instante, esta energía es tan poderosa que puede influir en el campo electromagnético que conecta toda forma de vida en la Tierra.
Entonces, la pregunta es: ¿podemos crear esta experiencia de conexión sin que ocurra una tragedia? ¿Podemos elegir reconciliarnos y sentir amor, comprensión y gratitud, fuertes emociones positivas, sin que ocurra una tragedia similar al 11 de septiembre? La respuesta está en la coherencia corazón-cerebro.
Los científicos han anotado y registrado que cuando creamos una experiencia de amor, de gratitud o de compasión en nuestro corazón, esta envía una señal a nuestro cerebro, generando lo que se llama coherencia electromagnética, la llamada coherencia corazón-cerebro, es decir, una armonía entre las emisiones electromagnéticas del corazón y las del cerebro. Tanto que la técnica que se enseña para lograr tal coherencia se llama también «armonización corazón-cerebro».
Tal coherencia ha sido efectivamente medida científicamente como una señal electromagnética muy baja, igual a 0,10 Hz, o 0,10 ciclos por segundo. Cuando sentimos un sentimiento positivo, este crea un valor de frecuencia de 0,10 Hz, por lo que se dice que «estamos en coherencia» y ahora sabemos, fuera de toda duda, que nuestra coherencia personal como Seres Humanos es también parte de la coherencia colectiva del planeta.
Este estado de coherencia cardio-cerebral es extremadamente positivo: en su presencia, nos sentimos más buenos y nos volvemos menos agresivos. En este estado de bienestar, estamos más dispuestos a resolver nuestras dificultades discutiéndolas, sin conflictos. Nuestra fuerza de carácter y nuestra resolución se vuelven mucho más fuertes; podemos pensar mejor y resolver nuestros problemas. La coherencia cardio-cerebral, o coherencia corazón-cerebro es, por lo tanto, un factor muy positivo, tanto a nivel personal como global. Si somos capaces de crear en nuestras vidas personales esta coherencia de compasión, gratitud y amor, entonces podemos crear la paz y la curación de todo el mundo.
La ciencia de hoy nos está llevando de vuelta al poder del corazón humano para crear una vida mejor, un mundo mejor, una salud mejor. Esto es lo que conecta la ciencia moderna con la sabiduría de nuestros antepasados, quienes siempre nos han dicho que el corazón es la clave, el órgano maestro de nuestro cuerpo, con un significado que va mucho más allá de lo físico de la supervivencia.
Ahora sabemos que es la calidad de la conversación entre el corazón y el cerebro lo que determina nuestra salud, la respuesta del organismo, la condición del sistema inmunitario, la longevidad. Y que el efecto del corazón humano se extiende mucho más allá del cuerpo individual, en el campo magnético de nuestro Planeta, que conecta y sostiene nuestras vidas. Este es un descubrimiento enorme para la ciencia, porque nos dice que somos un organismo universal, todos conectados unos con otros. Experimentar la coherencia corazón-cerebro no es beneficioso solo para el cuerpo, sino para todo nuestro mundo, es decir, la Tierra y sus habitantes.
Esta preciosa coherencia cardio-cerebral es, por lo tanto, capaz de influir en el campo electromagnético al que están conectados todos nuestros líderes al tomar sus decisiones de guerra y paz, así como el de todas las grandes compañías y de las sociedades. Todo esto representa no solo una conclusión científica, sino más bien un punto de partida completamente nuevo y revolucionario.
Bibliografía:
https://www.heartmath.org/articles-of-the-heart/global-consciousness-project-2/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39562581/
https://www.selfcoherence.com/blogs/no-stress-blog/74676613-un-piccolo-cervello-nel-cuore
http://www.evoluzionedelcuore.com/download_files/Uncervellonecuore.pdf
https://www.spiritual-pono.community/2023/05/gregg-braden-tecnica-di-armonizzazione.html
https://www.spiritual-pono.community/2023/05/gregg-braden-tecnica-di-armonizzazione_6.html
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