Las mil caras del ego.

Vuélvete un especialista en desactivarlas y devolverte tu luz propia

Los caminos torcidos del Ego

Hace años, me encontré atrapada en una espiral de éxito profesional que, lejos de brindarme satisfacción, me sumergía en un abismo de estrés y desconexión personal. Trabajaba sin descanso, dedicando cada instante a cumplir con las expectativas ajenas, mientras mi salud y bienestar se deterioraban. Sentía que mi vida carecía de sentido, repitiendo patrones que me alejaban de mi verdadero yo.

El ego, con sus innumerables artimañas, nos envuelve en una maraña de autodestrucción:

• Estrés crónico que nos agota y enferma.
• Adicional trabajo,  perfeccionismo extremo, obsesión por ser el mejor
• Desconexión de nuestra esencia, llevándonos a vivir de manera inconsciente y aislado.
• Adicciones a hábitos consumistas y relaciones tóxicas que nos mantienen en un ciclo sin fin.
• Empeñados en vivir una vida que no es tuya, una vida en bucle repitiendo la misma elección de pareja, toxica, empeñados en un trabajo que te esclaviza, o que simplemente no usas tus dones naturales para nada.

• Trabajando en el propósito de otro, de otra, porque ya ni sabes que quieres de la vida, que te hace sentir vivo, que te enciende la pasión
• Creencias limitantes y apego a necesidades subterráneas, que nos hacen sentir indignos de la prosperidad y el bienestar, gastar por encima de nuestras posibilidades en pos del estatus y la apariencia.
• Nos hace vivir a ciegas, nos hace creer que no merecemos el dinero la riqueza la prosperidad, nos hace pensar que somos impostores, o que el dinero es malo, y acabamos pobres

• Autoestimas bajísimas, que buscan aprobación externa sin fin….

Las mil caras del ego: Estrés crónico, burnt out, síndrome del impostor, patrones psicofinanceros, propósito, traumas del desarrollo, arquetipos en sombra,…. hay que hacerse experto en desactivarlas, y vivir de tu luz propia!

Sí, yo tambien me perdí hace años, y mucho. Me perdí en el éxito profesional. Descubrí que una vez llegado, no era para tanto. Vivía para trabajar, sin tiempo para mi, ni para descansar, me agote al extremo de peligra mi salud física. …. y casi la palmo!. Aprendí, se acabó las imposiciones y el mega estrés, el estar más quemado que la pipa de un indio. Me dispuse a trabajar de lo mío…… joder pero ¿qué es lo mío?

Tantos años contribuyendo al propósito de otros me habían desconectado de mi verdad interior, de mi autentico yo. Tuve  que dar palos de ciego, reinvertarme en callejones sin salida,,… esa no soy yo…hasta dar en el camino. Mi camino, mi camino es este, esta soy yo. “Guía de almas” fue lo que encontré en el código oculto de la Torá con mi nombre.

El ego y sus trampas. Especialista en desactivarlas, en guiarte hacia tu luz propia

El ego y sus trampas. Son muchas. Ese tipo es muy listo, es como el mayordomo que termina asumiendo el papel de dueño del castillo. Porque el dueño (pero no Señor) siempre está durmiendo,.. o en babia …ajeno a los manejos de su sirviente. Solo es un mayordomo listillo. En su justo lugar es muy importante su función. Se ha satanizado al Ego. Pero no, es muy útil para poner orden nuestra vida, si lo sabemos gestionar adecuadamente. Nos defiende cuando alguien abusa de nosotros, nos ayuda aponer límites sanos, aunque estos deben ser consensuados con el consciente.

Guía de almas…hacia tu verdad ultima

Es por ello que me dicen tu a que te dedicas….. no solo me dedico a una de las trampas del ego, al estrés por ejemplo, sino a muchas. En definitiva a re descubrir tu autenticidad, y a armonizar ego y consciente en su tándem ideal.  Me alegra poner paz en la vida de personas que por cierto, no están enfermas, no. Tan solo necesitan aprender sobre tu tecnología interior que no saben usar. Asi de fácil. Por eso es escuela del bienestar, por eso “guía” y no profesora, ni psicóloga, porque parece que estamos fallados de algo, enfermos. No. nada de eso. Tampoco  me gusta la palabra “sherpa”. Yo no cargo fardos ajenos. Te digo que hacer con la carga, coma aligerarla, nada más. Cada persona tiene que aprender sus propias lecciones, Yo te ayudo a verlas.  Cada uno es su propio maestro. Tiene que conectar con su sabiduría interior, escuchar su propia voz, entender el mensaje, tomar acción, y ser fiel a uno mismo.